domingo, 31 de marzo de 2013

Sobre el Té



Voy a escribir una entrada a modo de introducción acerca de… las distintas variedades de té y sus propiedades. Y diréis ¿para qué carajo va a hablarnos de te? Bueno pues muy sencillo, en primer lugar partiendo de la máxima de que este blog trata un poco sobre todo lo que me gusta, y el té es una de mis pasiones, y el otro enfoque es desde el punto de vista de la parte “japonesa” del blog, ya que el té (en concreto el verde) forma parte del día a día japonés hasta un punto que ni os imagináis.

Para resumir y no poner toda la información que hay circulando por las distintas páginas de internet (que sin duda os darán información mucho más detallada, pero muchas veces producto de un copia/pega de una buena enciclopedia) resumiremos diciendo que todas las variedades de te provienen del mismo árbol, la Camellia Sinensis.

En función del momento de recolección de las hojas, y de la técnica de procesamiento que se lleve a cabo, distinguiremos cuatro tipos básicos de té (aunque hay mas variedades): té blanco (brotes), te verde (no fermentado), te rojo (fermentado) y te negro (fermentado), tenemos también el Oolong o “te azul”, pero ya lo explicaré más adelante.

En cuanto a sus propiedades, varían en función de la variedades de té, siendo, por ejemplo, el te blanco un potentitisimo antioxidante, y el té negro el más rico en cafeína (o teofilina).

Así pues, partiendo de la misma planta, podemos obtener una variedad casi ilimitada de tés, que varían enormemente entre ellos en forma de elaboración, sabor, color… etc. Personalmente debo decir que mi té favorito es el verde, mas concretamente las variedades “Gyokuro” y “Matcha”, pero ya lo explicaré más adelante. Espero que esta entrada sirva para animar a alguien a probar esta bebida, si queréis una recomendación personal, para iniciarse en el mundillo del te lo mejor suele ser una taza de té negro infusionado con canela al que añadiremos azúcar y azúcar al gusto, que lo disfrutéis ;)

¡Nos leemos!

martes, 19 de marzo de 2013

GOWEX, IBEX, NOK... breve comentario bolsero.


Voy a hacer un comentario bastante breve acerca del mercado… ayer olvidé, o mejor dicho, llevado por la emoción del pánico por el corralito de Chipre (no había en realidad por que tener miedo, pero ya sabemos amigos que la bolsa no se basa en verdades, sino en la percepción de la gente de esas verdades… y en la manipulación de los “leones” de la bolsa.

Lo que ayer olvidé, como decía, era gritaros que DIA estaba a un precio MUY INTERESANTE… 5.50, por mi parte tuve la intención de cargarme bien de CFDS… pero por circunstancias de la vida no lo hice y mirad… ahora mismo está a 5.77… ¡el resumen de mi vida! Dejar pasar las buenas oportunidades.

Pero no he escrito esto para lamentarme. Vuelvo a llamaros la atención sobre GOWEX, que tras la recomendación de “compra” que hice pasó por un mes malo… y vosotros pensarías “será hijo de perra el tío este”, pero gracias a dios ha vuelto donde le corresponde y está ya atacando los 20 euros… el Split está muy próximo, y la compañía sigue creciendo y mostrando unas cuentas impresionantes.

En cuanto al IBEX… observad valores directores como SAN, que están a un precio muy jugosos y tienen un GAP  la baja que cerrar… yo lo estoy haciendo. En Helsinki llamo la atención sobre Nokia, que tiene también un GAP a la baja que cerrar y está casi en mínimos, os puede dar una grata sorpresa…

¡Y poco más mis (escasos) lectores! ¡Buen y provechosos día de bolsa!

¡Nos leemos!

miércoles, 13 de marzo de 2013

Vivimos en un país de CHORIZOS

Escribo esta entrada porque ando bastante bastante cabreado y triste por lo que me ocurrió ayer en el gimnasio Virgin Active de Zaragoza.

El caso es que yo llevo una cadena con una cruz de oro, única herencia de mi difunto tío-abuelo. Como siempre, antes de la sesión de entrenamiento, que la quito y lo dejo en la taquilla junto a mis otros enseres, con la peculiaridad de que esta vez me vi obligado a coger una taquilla especialmente alta ya que el gimnasio andaba bastante saturado…

Podéis imaginaros que me pasó: tras acabar el entrenamiento y ducharme, cogí todas mis cosas y, debido a que la balda de la taquilla quedaba fuera de mi vista, se me olvidó coger la cadena con la cruz.

Tras darme cuenta unas horas después, volví inmediatamente al gimnasio, y miré en la taquilla… la cual estaba reocupada ya. Pregunté en recepción si alguien había dejado algo y… no.

Entonces decidí dar un voto de confianza al actual usuario de la taquilla, y he esperado hasta hoy por la mañana. Tras ir a las 7 de la mañana, nada más abrir el Virgin, he preguntado a los encargados de la limpieza… y nada, he mirado en la taquilla… y nada, y he preguntado en recepción y… ¿adivináis? NADA.

Ahora aquí viene mi reflexión: en un gimnasio en el que la cuota mensual es de 90 eurazos al mes… donde solo con observar a la gente te das cuenta de que es gente de pasta, que no parece que necesite de estas nimiedades… gente a la que le supongo un civismo al compartir gimnasio con otros y llevarse su toallita preciosa para no manchar de sudor las maquinas… ¡¿de verdad el que se ha encontrado mi cadena no ha decidido dejarla en recepción, y se la ha quedado dios sabe para qué?!

Estoy muy enfadado y decepcionado, ya que, por mal que me viera económicamente, jamás, JAMAS, se me ocurriría llevarme algo que no es mío, más aun sabiendo el componente sentimental tan importante que suele rodear a las joyas.

Pero tristemente vivimos en un país de chorizos, donde no puedes dejar una bicicleta con menos que una “U” y una cadena bien gorda, o de lo contrario dura menos de 1 hora en la calle (si, habéis adivinado bien, también me han robado recientemente la bicicleta), donde sí se te olvida algo encima de cualquier superficie, vale que te gires para que desaparezca, y donde sí se te ocurre dejar el abrigo apilado en cualquier parte de una discoteca y no en el ropero… olvídate de él.

Estoy muy decepcionado con nuestra falta de civismo y con nuestra mentalidad, en un país donde nos produce más satisfacción que el vecino pierda el coche a tener nosotros uno mejor, donde nos sentimos más satisfechos si nosotros salvamos el culo mientras todos caen antes que alegrarnos del bien ajeno... puede que sea algo radical, ya que escribo desde la tristeza de una pérdida importante y el desencanto, pero seguro que todos vemos a alguien reflejado en estas palabras.

Nada más, solo quería desahogarme y ejemplificar, una vez más, hasta donde un gesto simple, desinteresado, puede hacer feliz a otra persona. Seamos cívicos por favor.

Genuino restaurante japonés en Madrid


Siento muchísimo haber vuelto a ausentarme y dejaros solos tanto tiempo. No obstante, no tiene sentido lamentarse más, sencillamente escribiré… y empezaré haciendo mi peculiar recomendación sobre un restaurante japonés en el centro de Madrid.

El caso es que yo había visitado ya varios restaurantes japoneses en mi ciudad, Madrid, algunos como Donzoko o Janatomo… pero resulta que el otro día, durante la clase de japonés, el profesor, que trabaja continuamente con japoneses, nos recomendó el que a su juicio era el mejor restaurante japonés de España en cuanto a comida tradicional se trataba… se llama Ginza, y está en la plaza de las cortes.

El profesor me recomendó ir un día de diario, a ser posible a comer (es más barato) y probar los “bento”, es decir, las cajas lacadas con diversos ingredientes, tradicionalmente la “comida para llevar”, pero que a un precio asequible nos permite disfrutar de más genuina y tradicional comida japonesa… y es que el precio de los platos individuales puede pecar de “prohibitivo”, pues podemos llegar a pagar hasta 20 euros por un plato no demasiado abundante… es por eso que los menús para comer son una excelente opción para quedar satisfechos y probar la auténtica comida nipona.

En primer lugar debo decir que el restaurante es discreto, y con una puerta pequeña, casi pudiera decirse que está “escondido”. Una vez accedes, hay dos plantas, la de abajo es la del “kaiten”, o barra giratoria, donde sabemos que puedes coger lo que desees y luego pagas por platos, algo muy típico de Japón y que, si bien no he probado en el Ginza, me llama poderosamente la atención hacerlo.

La planta de arriba es la dedicada al restaurante propiamente dicho, decorada con cuadros típicamente japoneses y con un gusto un tanto rococó, es pequeño y bastante acogedor. En mi caso pido el “Ginza Bento”, y té verde para beber (por el sabor advierto que se trata de Genmaicha, un te hecho a base de sencha y arroz inflado tostado, ideal para comer). Yo soy de buen comer… y la verdad es que a mí se me quedó un poco escaso, pero creo que la mayoría de la gente quedaría bastante satisfecha. Mi bento llevaba: 6 piezas de sushi y otras tantas de sashimi, una ensalada de algas wakame, arroz con copos de bonito, un trozo de pescado caramelizado en miso (muy típico y delicioso) y un poco de tempura mixto, amén de la tradicional sopa de miso de acompañamiento.

Seré especialmente analítico en el sushi y el sashimi, ya que es lo que más delata la calidad del restaurante… y debo decir que es sobresaliente. El alga nori no está dura y casi no se hace notar, el arroz es ligeramente dulzón y perfectamente glutinoso, y el pescado… especialmente en el sashimi, se deshace en la boca exquisitamente. Además, viene con una generosa ración de wasabi, ideal para los más atrevidos. El resto del bento es correcto, pero nada demasiado diferente del resto de restaurantes japoneses de Madrid… tal vez a excepción del detalle del pescado caramelizado en miso, gran detalle.

No tomé postrer asique no puedo opinar, pero es bien sabido que los japoneses no destacan por su repostería… así pues, terminaré esta crítica diciendo que sí, que tras dos viajes a Japón puedo afirmar que la comida es 100% tradicional y de excelente calidad... eso sí, ¡mejor comed de menú y cuidad vuestro bolsillo!

Os dejo con una foto de mi exquisito Ginza Bento.



¡Nos leemos!