Voy a escribir una entrada a modo de introducción acerca de…
las distintas variedades de té y sus propiedades. Y diréis ¿para qué carajo va
a hablarnos de te? Bueno pues muy sencillo, en primer lugar partiendo de la máxima
de que este blog trata un poco sobre todo lo que me gusta, y el té es una de
mis pasiones, y el otro enfoque es desde el punto de vista de la parte “japonesa”
del blog, ya que el té (en concreto el verde) forma parte del día a día japonés
hasta un punto que ni os imagináis.
Para resumir y no poner toda la información que hay
circulando por las distintas páginas de internet (que sin duda os darán información
mucho más detallada, pero muchas veces producto de un copia/pega de una buena enciclopedia)
resumiremos diciendo que todas las variedades de te provienen del mismo árbol,
la Camellia Sinensis.
En función del momento de recolección de las hojas, y de la técnica
de procesamiento que se lleve a cabo, distinguiremos cuatro tipos básicos de té
(aunque hay mas variedades): té blanco (brotes), te verde (no fermentado), te
rojo (fermentado) y te negro (fermentado), tenemos también el Oolong o “te azul”,
pero ya lo explicaré más adelante.
En cuanto a sus propiedades, varían en función de la
variedades de té, siendo, por ejemplo, el te blanco un potentitisimo
antioxidante, y el té negro el más rico en cafeína (o teofilina).
Así pues, partiendo de la misma planta, podemos obtener una
variedad casi ilimitada de tés, que varían enormemente entre ellos en forma de elaboración,
sabor, color… etc. Personalmente debo decir que mi té favorito es el verde, mas
concretamente las variedades “Gyokuro” y “Matcha”, pero ya lo explicaré más
adelante. Espero que esta entrada sirva para animar a alguien a probar esta
bebida, si queréis una recomendación personal, para iniciarse en el mundillo
del te lo mejor suele ser una taza de té negro infusionado con canela al que
añadiremos azúcar y azúcar al gusto, que lo disfrutéis ;)
¡Nos leemos!