Os voy a hablar del bushido. Y diréis “¿Qué carajo es eso
del bushido?”. Pues bien, el bushido es el estricto código de actuación que
seguían los samuráis, más o menos a partir del siglo 18, mencionado por primera
vez en la obra “Hagakure”. Por supuesto los samuráis ya tenían claros ciertos
principios antes de dicha obra, ejemplo de ello es la contribución al mismo por
parte de Miyamoto Musashi, uno de los más afamados samuráis de todo Japón, del
que ya hablaré en otra entrada.
El bushido se presentaba pues como el estricto código ético
que debía seguir la clase guerrera. A este código se le atribuían “siete
virtudes” asociadas. Aquí os copio directamente las 7 de “wikipedia”, ya que la
información contenida en esta es bastante fiel:
義 Gi - justicia(decisiones correctas)
Sé honrado
en tus tratos con todo el mundo. Cree en la justicia, pero no en la que emana
de los demás, sino en la tuya propia. Para un auténtico samurái no existen las
tonalidades de gris en lo que se refiere a honradez y justicia. Sólo existe lo
correcto y lo incorrecto.
勇 Yuu - Coraje
Álzate sobre
las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón
no es vivir. Un samurái debe tener valor heroico. Es absolutamente arriesgado.
Es peligroso. Es vivir la vida de forma plena, completa, maravillosa. El coraje
heroico no es ciego. Es inteligente y fuerte. Reemplaza el miedo por el respeto
y la precaución.
仁 Jin - Benevolencia
Mediante el
entrenamiento intenso el samurái se convierte en rápido y fuerte. No es como el
resto de los hombres. Desarrolla un poder que debe ser usado en bien de todos.
Tiene compasión. Ayuda a sus compañeros en cualquier oportunidad. Si la oportunidad
no surge, se sale de su camino para encontrarla.
礼 Rei - Respeto
Los samurái
no tienen motivos para ser crueles. No necesitan demostrar su fuerza. Un
samurái es cortés incluso con sus enemigos. Sin esta muestra directa de respeto
no somos mejores que los animales. Un samurái recibe respeto no solo por su
fiereza en la batalla, sino también por su manera de tratar a los demás. La
auténtica fuerza interior del samurái se vuelve evidente en tiempos de apuros.
誠 Makoto - Honestidad, Sinceridad absoluta
Cuando un
samurái dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en esta tierra
lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará. No ha de "dar
su palabra", no ha de "prometer", el simple hecho de hablar ha
puesto en movimiento el acto de hacer. Hablar y hacer son la misma acción.
名誉「名譽」Meiyo - Honor
Es la virtud
más importante de todas. El auténtico samurái sólo tiene un juez de su propio
honor, y es él mismo. Las decisiones que toma y cómo las lleva a cabo son un
reflejo de quién es en realidad. No puede ocultarse de sí. En caso de quedar
mancillado, la única forma de restaurarlo es mediante el Seppuku.
忠 Chugo - Lealtad
Haber hecho
o dicho "algo", significa que ese "algo" le pertenece. Es
responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan. Un samurái es
intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos de los que es
responsable, permanece fieramente fiel. Para el guerrero, las palabras de un
hombre son como sus huellas: puedes seguirlas donde quiera que él vaya.
A día de
hoy, las artes marciales niponas siguen y enseñan este código, con el fin de no
crear, en palabras de mi maestro “armas estúpidas y sin control”, y es que en
mi opinión las artes marciales son más un modo de vida, una forma de
enfrentarse a la misma, mucho más que un medio para aprender a “pegar”, de
hecho, esto me parece lo secundario.
¿Y todo esto
para que os lo cuento? Pues veréis, pese a lo tremendamente resumida que ha
sido la explicación (el bushido abarca mucho, muchísimo más, esta entrada no le
hace justicia por supuesto) lo hago con el fin de explicar qué es lo que llevo
tatuado en la espalda.
Desde los 15
años decidí que quería hacerme un tatuaje, seguramente impulsado por el hecho
de que mi hermano (12 años mayor que yo) se hizo su primer tatuaje, y al
coincidir con el momento en el que el kárate comenzó a significar muchísimo para
mi, decidí que quería tatuarme las siete virtudes del Bushido en la espalda.
Esa idea no
me abandonó nunca, y lejos de ser una “moda pasajera” se convirtió en una
determinación, más aún con mi mayor conocimiento y compromiso para con las
artes marciales… Y entonces se me presentó una oportunidad única: mi segundo
viaje a Japón, esta vez solos un amigo y yo, y con presupuesto suficiente para
hacerme el costoso tatuaje.
“¿Quién mejor
que un japonés, perfecto conocedor de su idioma y escritura, para hacerme este
tatuaje? ¡¿Y qué mejor lugar que Kyoto, la vieja capital de Japón para hacérmelo?!”,
esto me dije, y tras mucho buscar, encontré quién y donde hacérmelo: Hiro, de
Catclaw Tatoo en el centro de Kyoto.
Así pues, no
lo pensé dos veces, y… ¡cumplí mi sueño! Me hice el tatuaje después de un día
visitando Nara y a sus ciervos. “¿Duele mucho?” te pregunta todo el mundo… la
verdad es que a pesar de que Hiro (evidentemente va totalmente tatuado) me dijo
que era un “punto de dolor” la dichosa espina dorsal… debo decir que no, que lo
que notas es una suerte de “calambre” a veces más intenso, pero totalmente
soportable, a pesar de la superficie que me tatué y el tiempo que llevó.
Espero que os haya gustado la breve explicación, y la
historieta que rodea mi tatuaje, ya que para mí significa muchísimo, simboliza
mi compromiso con las artes marciales, de por vida, y con su, a mi parecer,
acertado código de conducta. Sin más dilación os dejo con dos fotos, una tomada
apenas 2 horas después de hacérmelo, en Kyoto, y la otra tomada hace menos de 2
semanas.
Hola gracias por publicar tu tatuaje la verdad hace mucho quiero hacerlo pero me da miedo por que como está en japonés podrían hacerme cualquier cosa.. tomaré tu foto y la usaré para mi tatto❣️
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